viernes, 10 de agosto de 2018

AJEDREZ Y DERECHOS FUNDAMENTALES

La XII edición del Torneo Internacional de Ajedrez de Alcubierre (Monegros, Huesca) que se celebró los días 21 y 22 del pasado mes de julio ha tenido repercusión internacional por la presencia de la jugadora ucraniana Anna Muzychuk. Dicha jugadora, de 28 años, ganó el Campeonato Mundial Femenino de Ajedrez Rápido (entre 15 y 60 minutos por jugador) en 2016, y el el Campeonato Mundial Femenino de Ajedrez Blitz (hasta 15 minutos por jugador) en 2014 y en 2016.

Anna Muzychuk (fotografía tomada de heraldo.es) se ha convertido en un símbolo del feminismo internacional en diciembre del año pasado al negarse a defender su título de partidas rápidas en Arabia Saudí para protestar así por la falta de derechos humanos en ese país. “No quiero estar donde a las mujeres son tratadas como ciudadanos de segunda”, manifestó al anunciar su renuncia a defender su título. En el torneo a las mujeres de religiones diferentes a la musulmana se les permitió jugar sin velo pero, sin embargo, tenían que cubrirse la cabeza después de jugar o para visitar la ciudad. 

Arabia Saudita es un país de Asia Occidental ubicado en la península arábiga, cuya forma de gobierno es la monarquía absoluta. Su superficie es de algo más de dos millones de kilómetros cuadrados (cuatro veces la de España) y cuenta con alrededor de 32 millones de habitantes. Su principal fuente de riqueza es el petróleo. Forma parte del Grupo de los 20, ya que es la decimonovena potencia económica mundial.

Los dos lugares más sagrados del Islam se encuentran en las ciudades de La Meca y de Medina, lugares donde está prohibido el acceso a las personas que no profesan la religión musulmana. El profeta Mahoma nació en La Meca en el año 571, unió a la diferentes tribus de la península arábiga y creó un sistema de gobierno basado en la religión islámica. A su muerte, y en pocas décadas, conquistaron extensos territorios llegando hasta la península ibérica por el oeste y hasta la India por el este.

Los derechos humanos y las libertades están seriamente afectados en este país. No existe la libertad de expresión, los disidentes políticos son perseguidos y encarcelados sin juicios justos. Los actos homosexuales, el tráfico de drogas, la apostasía o el adulterio están condenados de manera habitual con la muerte. En los derechos de las mujeres, se reconocen algunos pequeños avances como el derecho a voto desde 2011 y desde junio de 2018 el poder conducir vehículos.